Motor: Sistema material que transforma una determinada clase de energía (hidráulica, química, eléctrica, etc. ) en energía mecánica. Máquina destinada a producir movimiento a expensas de otra fuente de energía. |
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Historia y el desarrollo del motor: |
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Los motores hidráulicos son los más antiguos conocidos (Herón de Alejandría, S. I a. J.C.), que utilizaban como fuerza primaria la energía de una masa de agua que cae desde cierta altura, llamada salto. Esta energía se transforma en trabajo útil disponible en el eje de la máquina, que antiguamente era la rueda hidráulica, actualmente la turbina. El motor nace por la necesidad de trabajos que, bien por duración, intensidad, manejabilidad o mantenimiento, no puede ser realizado por animales. |
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Alrededor del 600 d. De J.C. aparecen los molinos de viento, que convierten la energía del viento en movimiento de máquinas. |
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En 1712 el inventor inglés Thomas Newcomen (1663-1729) construye una máquina de vapor con pistones y cilindros que resulta muy eficiente. |
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En 1770 el militar francés Nicolás-Joseph Cugnot(1725-1804) consigue amoldar su motor a vapor a su carreta. |
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En 1782 el ingeniero escocés James Watt (1736-1819) construye una máquina a vapor mucho más eficiente que la máquina de Newcomen. |
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En 1859 el ingeniero franco-belga Etienne Lenoir (1822-1900) construye un motor de combustión interna. |
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En 1877 el alemán Nikolaus Otto (1832-1892) construye un motor de 4 tiempos. |
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En el 1883 Germán W. Daimler construye un motor de combustión interna muy veloz. |
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En 1884 el ingeniero inglés Charles Parsons (1854-1931) diseña el primer generador electrónico de turbina a vapor. |
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En 1892 el alemán Rudolf Diesel inventa un motor (llamado motor diesel posteriormente) que funciona con un combustible que se prende a gran presión. En la práctica el motor resulta ser mucho más eficiente que los motores de combustión interna existentes en aquel momento. |
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En 1903 los hermanos Orville (1871-1948) y Wilbur (1867-1912) realizan el primer vuelo con motor con su Kitty Hawk que usa un motor de combustión interna. |
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En 1937 el ingeniero británico Frank Whittle (1907) construye el primer motor a reacción que funciona. |
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En 1939 Hans von Ohain, ingeniero alemán, construye y pilota el Heinkel He 178, primer avión con motor a reacción. |
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En 1970 se utiliza el motor a reacción con turboventilador, el más frecuente hoy en día en los aviones, sustituyendo a los antiguos motores 4 tiempos con hélices. |
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Los tipos de motor más importantes: – Combustión interna: Motor en que la energía suministrada por un combustible es transformada directamente en energía mecánica. – Explosión: Transforma la energía obtenida por combustión de una mezcla gaseosa carburada, proveniente del carburador, en energía mecánica utilizada para propulsar un émbolo que actúa sobre una biela la cual mueve el cigüeñal y a través de transmisiones provoca el movimiento de las ruedas. – De reacción o cohete: La acción mecánica se realiza mediante la expulsión de un flujo gaseoso a gran velocidad, que crea una gran cantidad de movimiento al ser expulsada por la parte posterior a una velocidad muy elevada. – Eléctrico: Se dividen en tres categorías fundamentales: Asíncronos, Síncronos, y de colector. Los dos primeros funcionan solo con corriente alterna, monofásica, trifásica o polifásica, mientras que el tercer tipo se utiliza tanto con corriente alterna como continua. – Térmico: Transforma la energía térmica en energía mecánica. – Stirling: Que obtiene potencia mecánica de la expansión de un gas encerrado a alta temperatura. – Diesel: Motor que aspira aire puro, sin mezcla de combustible. En el tiempo de compresión, el aire se comprime, con lo que alcanza una temperatura extraordinariamente alta. – De arranque: Motor eléctrico adicional utilizado para efectuar la puesta en marcha del motor de explosión, mediante un sistema de acoplamiento de engranajes. – Émbolo rotativo: Trabaja con un ciclo de 4 tiempos que realiza en una rotación de émbolos, el cual presenta un perfil triangular de lados curvos, en una cavidad con forma de elipse. – De émbolos libres: Tiene dos émbolos desprovistos de biela y que se mueven en un mismo cilindro, uno frente a otro, con movimientos alternativos opuestos, teniendo lugar la inyección de combustible en la parte central. – De pólvora: Máquina en la que se prendía una carga de pólvora en el interior de un cilindro, para poder impulsar el pistón. – Vapor: El vapor penetra por un cilindro, por debajo de un émbolo, y se condensa con un chorro de agua fría. Este proceso genera un vacío parcial, y la presión atmosférica que actúa por encima del émbolo lo hace bajar. – Hidráulico: Utiliza como fuerza motriz la energía de una masa de agua que cae desde cierta altura llamada salto. – Eólico: Utiliza el empuje del viento con ayuda de máquinas llamadas aeromotores. – Híbridos: Una serie de engranajes conducen a una cadena que conecta a las ruedas del auto. En concreto, se produce una interacción delicada entre los engranajes que determina cuánto combustible quema el coche. Cuando comienza el movimiento, el motor eléctrico gira el engranaje exterior, y esto le da velocidad sin derrochar una gota de gasolina. Cuando se gana velocidad, el motor a gasolina comienza a participar. Los 4 engranajes del divisor de potencia comienzan a girar y aumentan la potencia del auto. Hay un engranaje central que también entra en acción; está conectado a un generador que carga las baterías, y envía potencia extra al motor eléctrico. – Solar: Compuesto por un motor eléctrico que se alimenta de la energía solar que obtiene de diferentes paneles situados en la superficie del vehículo. Las celdas fotovoltaicas son las encargadas de transformar la energía del sol en electricidad, que es utilizada o almacenada para su posterior uso. Unos acumuladores de electricidad les permiten funcionar incluso mientras el sol está oculto. |
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Mantenimiento del motor: El motor es el corazón del automóvil y conviene tenerlo siempre a punto, realizando revisiones preventivas que muchas veces evitarán que se ponga en riesgo la seguridad de los ocupantes del vehículo, a la vez que le ahorrarán, a usted, importantes sumas de dinero en reparaciones. Recomendamos leer cada apartado de nuestro sitio web (www.tallermartinez.es) para estar informado sobre el mantenimiento que debe prestar a su vehículo, pero si tiene dudas, recuerde que estamos a su disposición (pulsar aquí para ver datos de contacto). No obstante, y a modo de recordatorio: – Aceite del diferencial y caja de cambios manual: Al igual que comentábamos sobre el líquido refrigerante en los vehículos modernos, este aceite se supone que supone que dura toda la vida y por lo tanto no precisa mantenimiento, sin embargo creemos que merece la pena cambiarlo cada 100.000 kilómetros o 10 años. – Aceite del motor: Siga las recomendaciones del fabricante de su vehículo (libro de mantenimiento), no obstante y en líneas generales, recomendamos revisar los niveles cada 1.000 kilómetros y realizar el cambio de aceite cada 15/20.000 kilómetros. – Amortiguadores: Revisar cada 20.000 kilómetros o 2 años. – Batería: Revisar cada año (sobre todo si no utilizamos mucho el vehículo o ha estado parado largo tiempo). – Bujías: Revisar cada año. – Bomba de agua: Se supone que puede durar toda la vida, pero teniendo en cuenta su gran importancia en el motor, recomendamos cambiarla cada 100.000 kilómetros o 6 años. – Correa(s) de auxiliares (alternador, bolba de agua, compresor del aire acondicionado, etc.): Revisar cada año y cambiarlas cada 100.000 kilómetros. – Correa de distribución: Consulte el manual de su vehículo, lo normal será cambiarla cada 100.000 kilómetros o 6 años. – Dirección: Revisar todo el sistema de dirección cada 2 años. – Engrase del motor: revisar cada 1/2 años, dependiendo del uso, zonas de conducción, etc. – Escobillas limpiaparabrisas: Revisar cada año. – Filtro de aceite: Cambiarlo con cada cambio de aceite o cada 20.000 kilómetros, lo que antes corresponda. – Filtro de aceite en la caja de cambios automática: Cada 60.000 kilómetros, conjuntamente con el fuido hidráulico. – Filtro de aire del habitáculo: Cambiar cada año. – Filtro de aire del motor: Revisarlo cada año y proceder a su limpieza si es necesario. – Filtro de combustible: Cambiar cada 4 años o 60.000 kilómetros, lo que antes corresponda. – Iluminación: Recomendamos que usted mismo revise el correcto funcionamiento de todas las luces (posición, cruce, carretera, marcha atrás, intermitentes y antinieblas). Si detecta una irregularidad, por ejemplo una bajada en la intensidad de las luces, consúltenos. – Liquido de frenos: Revisión cada año y cambio cada 2 años. – Líquido refrigerante: Depende de la edad del vehículo: a) Vehículos modernos: Es muy posible que su vehículo disponga de líquido orgánico y que no entre dentro de su mantenimiento porque se supone que tienen que durar toda la vida. No obstante recomendamos cambiarlos, y limpiar el circuito para mantenerlo en perfecto estado, cada 8/10 años. b) Vehículos de más edad: Si utiliza un anticongelante basado en glicol, debe cambiarlo cada 2/4 años o perderá sus propiedades, pudiendo helarse el motor en invierno o calentarse en exceso en verano, pudiendo provocar la rotura del motor. – Líquido de servodirección: Si su vehículo dispone de este sistema, recomendamos cambiar el líquido cada 100.000 kilómetros o 10 años. – Líquido de transmisiones automáticas: Consulte el manual de su vehículo para saber cada cuántos kilómetros o años debe ser cambiado por completo, normalmente será cada 60.000 kilómetros o 5 años. – Manguitos y tubos de goma: Revisar cada año. – Neumáticos: Revisar la presión cada mes y los neumáticos cada año. – Sistema de escape y catalizadores: Revisar cada año. – Termostato del refrigerante: Cambiarlo cada 100.000 kilómetros o 10 años. Recuerde que esto no son más que recomendaciones, pero cada vez que nos subimos a un automóvil estamos poniendo nuestra vida, y las de nuestros compañeros de viaje, en manos de la máquina… suficiente motivo para que, cada año, le pasemos una revisión completa al vehículo, sin olvidar que, además, una revisión preventiva puede ahorrarnos desembolsos muchos mayores por reparación de averías (la falta de mantenimiento de un automóvil se traduce en un 26% más de averías durante su vida últil).
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